Entradas

Mostrando entradas de julio, 2019

En el colegio, no se aprende lo suficiente; ni se enseña tampoco.

A mí me encanta mi trabajo. He corrido con la fortuna de poder trabajar con pasión porque trabajo en lo que me convence. Recién salí de la universidad trabajé como profesora (de colegio) porqué creía profundamente en la educación. Pensaba la educación como una herramienta con la que se podía cambiar el mundo. Luego, de haber compartido una, no muy dulce, experiencia con jóvenes entre los 12 y los 18 años me di cuenta qué la educación formal no es la solución para cambiar el mundo. Es más, no hay un camino más equivocado para hacerlo. No hay algo que se deteste más que ir al colegio. A los niños, y menos a los jóvenes, les gusta. Quieren a sus amigos, pero detestan el colegio. Detestan ese lugar donde les dicen cómo sentarse, cómo hablar, qué decir y qué no, cómo pensar, qué se permite y qué no. Detestan esos lugares donde creen que educar es pedirles a las mujeres que no se pinten las uñas o que se dejen la falda larga. En estos lugares se confunde la educación con el adoctrinami...