A propósito del día de la Mujer
Cuando fui pequeña odié profundamente este día porque fui la niña que nunca recibió flores. Fui aquella a la que la profesora le regaló una flor de las que le daban a ella, para que no se sintiera mal. Odié que existiera este y otros días en el que los niños nos recordaban quiénes eran las lindas y cuáles no. El feminismo me reconcilió con esta fecha cuando entendí que lo que se hacía en el colegio no era otra cosa sino la excusa de profesores y estudiantes para perder clase. - ¡Sí, incluso comprendí que a los profes también les gusta perder clase! Comprendí que las maestras totalmente ignorantes sobre lo que realmente implicaba la fecha hacían cálculos para que cada niño llevara una rosa y se la entregará una niña del salón, poniendo como regla que no se podría entregar dos flores a la misma niña, porque entonces otra quedaría sin flor. Sobra aclarar que esta regla nunca se cumplía porque los niños querían usar ese día como un segundo San Valentín, o mejor, como San Valentín porqu...