Volver a tener ganas de escribir
Lo problemático de las crisis emocionales es que barren con todo. Con la alegría, las ganas de salir, de encontrarse, de compartir, de dormir, de comer, de sacar a la perra, de escuchar música o ver Netflix. En mi caso, y que es de lo que más sufro, es que pierdo las ganas de escribir. ¡Maldita sea! Que la tristeza me quite todo… menos las ganas de escribir. Pensar en las causas de la tristeza puede ayudar a entender que son procesos, parte de la vida, que reconocemos la felicidad porque tenemos la tristeza. Necesitamos el complemento para que la vida esté completa. Sin embargo, cuando la causa de la tristeza fue generada por un ser humano, un tercero… ahí la cosa funciona distinta. El entendimiento reclama: ¿cómo es posible que me quites las ganas de escribir? Llévate toooodo, llévate la cama, la mesa, las cobijas, la estufa, el carro, el cortaúñas, la papelera del baño, el descorchador y el tajalápiz. Pero… noooo las ganas de escribir. El único lugar seguro que queda luego de tu ...