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Mostrando entradas de enero, 2021

El sonido en la ventana.

SSS... SSSSSSSSS... El ruido en la ventana. SSSS el sonido empezó a impacientarme. ¿Qué era lo que sonaba? Parecía el sonido de corriente, tal vez un cable suelto. Seguramente algo estaba haciendo corto. El desespero y la curiosidad me hizo parar de la cama a ver qué era... pero, no veía nada. Desperté a mi compañero.  - Hay un sonido exasperante ¿no lo escuchas?, no he podido dormir en toda la noche. Hay algo en la ventana que golpea y hace ruido, parece corriente.  Él se paró y miró. - No veo nada. pero, recuerdo haber escuchado este mismo sonido en la tarde.  ¿Cómo? ¿ya lo había escuchado y no hizo nada? ¿Cómo es posible?  Yo llevaba cinco horas despierta tratando de descubrir qué era ese sonido tan irritante. Empecé a mover las cortinas agitadamente. Detrás salió, moribunda, una polilla. Grande, gruesa, café. Con las fuerzas que le quedaban, luego de haber golpeado la ventana por más de 7 horas voló y como si lo hubiera planeado calló en la papelera.  Ya más...

La virginidad de las madres.

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A propósito de la reciente navidad y las respectivas tomatas decembrinas (una costumbre muy colombiana) he pensado acerca de la castidad de las madres, y pues tengo noticias queridas y queridos lectores. Con más alegría que pena tengo que contarles que la última generación de madres virginales son en este momento las abuelas de adolescentes.  Es decir, aquellas madres que luego de tener hijos desplegaban su abnegación y entrega total, están en vía de extinción. Digo que más que preocuparme me alegra porque considero que esas madres que lo entregaron todo en nombre de la maternidad: Su individualidad, su personalidad, su tiempo, que se sacaron el pan de la boca para entregarlo a sus hijos e hijas terminan gestando seres humanos llenos de miedos, cargos de conciencia y culpas, esto lo digo con pleno conocimiento de causa, pues... Soy hija de una mujer de esa generación. A diario le agradezco los cuidados que tuvo para mi y mis hermanos. Pero, también a diario recuerdo los miedos, los...