SEÑALES

A propósito de lo que pudieron ser 21 años. 

Llevábamos casi tres meses. Yo no quería tanto, pero al parecer él sí. Tenía toda una vida por delante y muchas ganas de vivir. Por el resto del tiempo que duramos juntos los papeles se cambiaron en la mayoría de los años.

Solo llevábamos tres meses cuando conocí otro hombre en una fiesta y nos besamos. Él se enteró y terminó conmigo. Me escribió una carta muy dolorosa. Pero la frase que no olvidé fue: "Arriesgaste mucho por muy poco" la idea de que lo que se acababa era algo grande fue más grande que mis ganas de conocer a otras personas.

Entonces pedí perdón. Prometí a él y a mí que no se volvería a repetir y así ocurrió. Cumplí a rajatabla la promesa. En ese momento, llevábamos tan poco. Pero había tantas ganas de seguir queriendo que recuerdo haberme sentido muy triste con solo contemplar la idea de no volvernos a ver. Era terrible pensar en no volver a compartir.

También sentí que me estaba metiendo en algo muy serio para ser tan chiquita. Mientras hacía oficio... le pedí a Dios que me mandará una señal. Entonces unos libros de medicina que mi hermana tenía en una repisa se cayeron y salió de ahí el encabezado de una hoja examen con unos apuntes de física que dejaban ver su nombre.

Tomé esto como una señal. Levanté el teléfono y la línea sonó ocupada. En ese tiempo, cuando todavía se marcaba a líneas locales si la otra persona estaba hablando sonaba un tono más seguido, intermitente pero rápido.

Diferente al de timbrar que era un tono larrrgooo y más pausado. Al colgar, sonó el teléfono de mi casa. Nos estábamos marcando al mismo tiempo. Entonces confirmé que su nombre en la hoja de examen que caía mientras yo rezaba sí había sido una señal divina.

De ahí en adelante siempre yo quise más. Siempre yo sedí más. Siempre yo entregué más. De manera consciente y por decisión. En honor a lo grande. A aquello que había decidido apostarle. Lo mucho en vez de lo poco.

Hoy... Cumpliríamos 21 años de estar juntos. Pero, de manera consciente y por decisión no es así. Porque él escogió otra experiencia en vez de esto que parecía mucho. Decidió que le gustaba más lo poco. 

Hoy reflexionó sobre la veracidad de las señales y las decisiones. Limpiando la casa me encuentro su letra, su nombre, su presencia en cada rincón. Y soy consciente de que no es una señal. Me doy cuenta de que todo son decisiones. He decidido estar sola, por amor a mí. He de elegirme a mí, en vez de "lo mucho", que además luego ... me doy cuenta de que no era tanto y además era un poco mediocre.

Las señales no existen, pero si existe la manera en que escogemos ver el mundo. Yo hoy me escojo a mí.

Feliz aniversario.


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